En las empresas debemos determinar la mejor manera de mitigar los errores humanos, que mayormente ha sido la principal causa de incidentes de ciberseguridad.
Es evidente que la industria de la tecnología entra en una nueva fase de madurez, hay cada vez más preguntas sobre las implicaciones de las tendencias emergentes que operan a escala global, todo mundo se pregunta ¿Cómo mantenerse competitivo en el mercado?
La pandemia de coronavirus COVID-19, sin excluir a nadie, ha puesto de manifiesto las deficiencias de la continuidad empresarial en muchas organizaciones y ha puesto de relieve la lentitud del progreso en transformación digital.
Mi idea es mostrarles que cosas tan sencillas pueden prevenir y reforzar el nivel de seguridad informática personal, en casa y en el trabajo.
Después de 20 años en el área de TI, puedo decir que es real la idea de que los datos digitales se han convertido en el elemento vital de las personas, en un estrecho vínculo con el gobierno y las empresas.
Las amenazas no son solamente externas, las amenazas internas, que por muchos años fueron malentendidas, son tan problemáticas como sus equivalentes exteriores y cada vez más empresas empiezan a reconocer los daños que podrían ocasionarse desde adentro.
Entendamos que es un proceso constante que permite a la administración balancear los costos operacionales y económicos causados por la interrupción de las actividades y la pérdida de activos, con los costos de las medidas de protección a aplicar sobre los sistemas de información y los datos que dan soporte al funcionamiento de la organización, reduciendo los riegos que presentan los activos de información a niveles aceptables para la misma.
Lo que he podido observar es que incluso a medida que aumenta la digitalización, el 66% de los tomadores de decisiones superiores de pequeñas empresas creen que los ataques cibernéticos no los afectarán, sin embargo, el 57% de las empresas sufrieron un ciberataque en 2019.
Una de las tareas de los administradores de la seguridad de un entorno informático es que debe estar bien informado, ya que existen cibercriminales que distribuyen información perniciosa de los procesos, eventos, características, métodos y lineamientos de seguridad para dejar vulnerable algún equipo o sistema.
La seguridad de la información la hacemos todos, la clave para mejorar las habilidades es la medición, no con exámenes de certificación, sino con evaluaciones que muestran tanto al empleado como al empleador dónde el conocimiento es suficiente y dónde hay lagunas.