Eres líder, tienes un equipo que guiar o lideras equipos multidisciplinarios, entonces tienes la responsabilidad de convertir el potencial de tu equipo en resultados, yo diría que hasta la obligación de dar los mejores resultados y hacer que tu equipo crezca.
Sin embargo, en muchas ocasiones las herramientas que tienes a tu disposición para lograrlo no son suficientes, al paso de los años aumenta nuestro conocimiento sobre la alta capacidad de uno mismo y de nuestro equipo, de esta manera, recordando mi trayectoria me he dado cuenta de que he estado cambiando por completo, logrando gestionarme como persona y como líder.
La vida te presenta cuando eres persistente a personas, a equipos de personas que son especiales y ellos cuentan con el potencial de las personas con alta capacidad y eso es extraordinario, el valor que pueden aportar a una organización es transformador, aun encontrando limitantes en entornos normativos, barreras que nuestro cerebro sencillamente no conecta y empieza a operar desde su potencial mínimo viable, para ello estamos nosotros, los que tenemos la responsabilidad que esto no ocurra, ¿Cómo?, siendo el líder que ellos esperan.
Recientemente en algunos cursos me he encontrado que definen lo siguiente, ¡Imagínense!, ¿qué para descubrir cómo crear los espacios necesarios para que estos cerebros morfológica y bioquímicamente distintos se conecten y empiecen a crear todo el valor del que son capaces para desarrollarse?
A caray, que le diré a un integrante de mi equipo que baja su ritmo, ¡Estimado Rubén, usted está morfológicamente y bioquímicamente en caída!, Ya me imagino mi cara de sorpresa, ¿Mi qué, cuando, como y por qué?, no, no, no, cuando lo adecuado es ¿Oye Rubén está todo bien?, ¿En casa como vamos?, ¿tienes algún problema? ¿Sientes raro al equipo?, si sabemos cómo están en su inteligencia emocional, estamos con todas las posibilidades de recobrar pronto a un gran elemento.
¿El costo de perder la oportunidad de integrar al equipo adecuadamente es tremendo?
Entonces, el potencial de tu liderazgo, es necesario, ¿no crees?
Los altos potenciales son parte de la diversidad
Si liberamos nuestro pensamiento veremos que la diversidad suma siempre, en efecto, cuanta más heterogeneidad hay entre las personas que forman una organización, más probabilidades tiene está de superar los resultados del resto de organizaciones de su sector, según un estudio de McKinsey, hasta un 36 % más. Y por supuesto, tiene todo el sentido del mundo.
Entonces, ¿Qué se necesita para que una organización funcione? Ideas, claro que sí, cada organización está formada por un sistema de engranajes y operaciones que requieren ejecución, no obstante, puede que estos engranajes se queden obsoletos, o se atascan y pierden eficiencia.
¿Qué logra volver a optimizarlos?, nuevamente, las ideas. ¿Qué convierte los retos en oportunidades? ¿Qué detona a los productos y servicios que llevan la organización más lejos?
Las ideas, ¿Sencillo o complicado?, pregúntate ¿Sabes qué pasa?, cuando todo es igual y la empresa está acostumbrada a guiarse en resultados pasados, se produce que, en cabezas homogéneas con el mismo entorno, la misma educación y el mismo condicionamiento cultural producen ideas similares, inclusive hasta se sobreponen sin que se den cuenta.
Por eso las organizaciones más exitosas obtienen cuantitativa y cualitativamente mejores resultados, porque en ellas se generan ideas más diversas, por ejemplo, la inclusión ayuda mucho, todo se ve desde otro punto de vista, ahora, ¿qué tiene que ver la diversidad con el alto potencial?
¡Todo! Si lo piensas, cuando tenía siete años, nos dijeron a mis padres y a mí que tenía altas capacidades, ¡diablos, me evaluaron, me resumieron en un número y me devolvieron al mundo con una palmadita en la espalda!, y el mensaje de que tenía mucha suerte por ser listo, hace 45 años en México eso era totalmente irrelevante.
En esos tiempos no había la apertura para manifestarte como un líder, no obstante, realice actividades deportivas donde terminaba guiando a los equipos y en la escuela también, aun cuando se sentía algo de terror al sentir que podías equivocarte, sin embargo, cuando ya tienes enfrente responsabilidades ese terror o miedo desaparecen, nacen fuerzas, voluntad y muchas ganas de hacer y terminar las cosas.
Estudié tres carreras y cuento con varias certificaciones, no ha sido fácil y lo sigo haciendo hoy en día por la naturaleza de mi profesión con gusto sigo estudiando, actualizándome constantemente, en mi trayectoria, he logrado ser líder por qué en su momento fui soldado, fui parte de equipos donde o todos eran generales o no había generales, pues había que dar un paso adelante y hacerlo, tomando las riendas del equipo, por ello les comento, “el liderazgo es tu imagen reflejada en el equipo, por qué eres mortal igual que ellos, te preocupas y buscas que se desarrollen”, eso nutre aquella parte del líder que se rompe la espina por su equipo para dar buenos resultados, por qué sabe que su equipo lo seguirá de igual forma.
Hasta hace unos de años en medio de mi desarrollo, viví con un lapso bruto, sabía que mi visión no cambiaba, ¿tal vez, me faltaba fuerza de voluntad?, hasta llegue a pensar que tenía algo defectuoso, me cuestionaba muy duramente, ¿por qué siendo como soy, la vida me costaba mucho?, bueno para eso afortunadamente, en nuestra vida se cruzan personas, otros líderes que llevan en su esencia el desarrollo personal, incluyente al equipo, de amigo, del colega, del señor de enfrente, de la amiga incondicional, siempre hay personas que se nos acercan para saber cómo estamos y se preocupan.
Pues me encontré con quien me pregunto, ¿Estás bien?, ¿tu equipo y tú están bajos en su rendimiento?, ¿Qué pasa?, ¿No eres realmente tú?, y con gusto les comento que no fue en el trabajo, fue un señor al que le compraba churritos antes de llegar a casa y conversaba un rato con él casi todas las tardes, me dijo con su voz cansada, ¿alguna vez te han dicho que eres listo?, no con mucho agrado le conteste que sí, tomo una bolsita de churritos y me la dio, diciéndome más enérgicamente: y te lo creíste ¿verdad?, lo miré fijamente y con un tono más suave, me trato como siempre, no amigo, eres igual que todos nosotros, solo que no te has permitido descansar después de todos tus logros, familiares, laborales y en la comunidad, te he observado mucho tiempo, revisa esto y crea conciencia, no te olvides de vivir y considera que solo aprendes más rápido y vas en otro ritmo más acelerado que la mayoría.
Bueno, automáticamente siento como si me patearan ahí, donde duele, abrí los ojos, desperté y me dije ¿qué me pasó?, ¿por qué permitir que el ritmo me sobrepasara?, agradecí sus palabras y me retire a mi casa, le platique a mi familia, permitieron que me desahogara y al otro día me sentí como otra persona, tenía el impulso de ver todas mis tareas y como iba a cumplirlas, tenía ideas nuevas y analice las fortalezas y debilidades de mi equipo, y en la reunión cotidiana de la mañana con el mejor de los ánimos planeamos el día y sentí como si me hubiera regresado el espíritu, les hable y motive para que nuevamente entráramos en ritmo y volver a generar valor para la compañía, en casa me sentí más tranquilo y hasta escribo algunos artículos en LinkedIn y mi sitio web personal desde hace unos años.
Todos, sin excepciones, procesamos las ideas y las emociones de otra manera distinta de las personas que nos rodean, llegamos a conclusiones distintas y gestionamos las situaciones diferentes, el arte del líder es integrar todas esas formas para encontrar la mejor manera de guiarlos y que funcione el equipo como uno solo, coordinadamente y con la motivación de lograr las metas.
Nadie puede decir que hay niveles, no hay ni mejores ni peores, solo somos diferentes, esta diversidad, cuando encuentra espacios de inclusión, aporta un valor exponencial, no obstante, en espacios normativos, como todas las diversidades, sufre, se vuelve tóxica y se cierra, como les comenté en otros artículos.
La alta capacidad va más allá de la inteligencia
Esto es un tema de debate, con gusto después podríamos hablar más de ello, no obstante, hoy les quiero comentar algo que leí, algo realmente difícil de asimilar, se dice que entre un 10 y un 15 % de las personas tienen altas capacidades, ¡MMMM, no lo creo, es más elevado el porcentaje, la razón es que existen algunos sesgos y también algunos somos flojos para pensar, para dejar volar la imaginación, y estoy seguro de que no utilizamos nuestro potencial como deberíamos, te puedo preguntar:¿A cuántas personas lideras? ¿Cuántas de las personas de tu equipo podrían estadísticamente tener alta capacidad? Muy bien, a cualquiera de tus respuestas, te pregunto: ¿dónde están? ¿Son las que obtienen mejores resultados? ¿Las más rápidas en terminar el trabajo? ¿Son las personas que destacan por su inteligencia?
No, las personas con altas capacidades que forman tu equipo probablemente ni siquiera conozcan el alcance de su potencial, lo que sí saben es que tienen que hacer un esfuerzo enorme para encajar y pagan un costo elevado por lograrlo en su bienestar físico, mental y emocional.
El Identificarlas a estas personas de alta capacidad y crear el espacio que necesitan para funcionar, esa es sí, es la habilidad de los líderes para tener un equipo de alta capacidad, sin ese costo que tiene un impacto directo en los resultados de toda la organización, sin embargo, para lograrlo, lo primero que tenemos que hacer es desactivar la creencia de que la alta capacidad equivale a inteligencia, habrá sus excepciones, pero la realidad nos indica otra cosa. No obstante, seguimos con un rotundo. No, en mi experiencia, la alta capacidad va un paso más allá, No es solo ser muy inteligente, porque si no, todos los que están en medicina o en ingenierías son muy inteligentes, todos lo serían.
Tampoco es ser solo muy creativo, porque si no todos los publicistas lo serían, es el alto potencial intelectual con la creatividad trabajando al unísono que alcanza un altísimo rendimiento cuando ocurre desde su centro motivacional.
Entonces, es algo que va más allá y para que esto ocurra incluso, hay una estructura interna que permite la velocidad de procesamiento, que permite la memoria a largo plazo tan fuerte, que admite que ocurra esta manera tan brillante de desarrollarse.
“Las personas con alta capacidad solo empiezan a desarrollar su potencial desde su centro motivacional, y para que su centro motivacional se active tienen que estar en espacios inclusivos”
Si el contenido y la organización de su trabajo no está adaptado a la forma diferente en la que procesa la información, si la cultura empresarial que le rodea penaliza el pensamiento divergente y si no hay espacios emocionales en los que sentir pertenencia desde su unicidad, la persona con alta capacidad se desconecta de su potencial.
Es muy probable que las personas de tu equipo que más potencial tienen no sean las que más destaquen. ¿Por qué? Porque el entorno que las rodea no reconoce ni acoge su diversidad, ahora mismo están operando desde su potencial mínimo viable y lo están haciendo con un elevado costo para su bienestar y un gran costo de oportunidad para la empresa.
Sé disruptivo, esto no va de personas más o menos inteligentes que se esfuerzan más o menos por conseguir resultados, estamos hablando de cerebros diferentes, que para poder funcionar correctamente necesitan una configuración cultural y organizativa diferente. Y aquí es donde entras tú. Tu liderazgo puede ser el elemento transformador que los desbloquee.
Efecto de la excesiva normatividad
Cuando una persona con alta capacidad se integra en un entorno normativo, tiene tres salidas, perder la motivación y quedarse en una esquina, terminar por irse de la organización o quedarse y volverse una persona tóxica.
Estas personas se sienten muy expuestas, cuando llegas a la edad laboral, ya has pasado a veces por un periodo grande de incomprensión a veces o de soledad o de aislamiento, entonces llegas y dices ahora tengo que estar a la altura aquí y lo quieres hacer bien por encima de todo, sin embargo, si no comprendes el entorno o el entorno no te comprende a ti, eso no funcionará.
Cuando la diversidad no se respeta, no gana nadie, lo siento así es, la diversidad necesita entornos inclusivos que la reconozcan y la integren desde la igualdad de oportunidades y el respeto.
La particularidad de estas personas es que no funcionan a este alto rendimiento que se puede conseguir si no es desde el centro motivacional, es más, cuando lo dejan fuera pueden incluso ser más torpes.
Sin motivación no hay alto rendimiento, aprendámoslo y bien, no consideremos que los incentivos cortoplacistas, como las penalizaciones y las recompensas, son aún menos efectivos para alguien con una alta capacidad, en entornos en los que no hay espacio para la curiosidad, donde no hay reto cognitivo o no hay alineación con un propósito común, la persona con alta capacidad se desconecta y entra en hibernación.
Esta desconexión es dolorosa, tanto que en muchas ocasiones nos lleva a no poder continuar en la organización, no podemos forzar o pactar un despido o directamente, y si nos quedamos, salpicamos nuestro dolor a las personas que nos rodean y nos convertimos en personas tóxicas, y así la cultura normativa de la organización impide la retención de un talento que tiene un potencial transformador.
Al final, un trabajo no es tanto para realizarte personalmente, aunque debiera de serlo, tampoco como para una necesidad, ¿no?, rompe los paradigmas y ubícate, no hagas tu camino con pedazos de experiencias que no son tuyas, pregúntate, ¿Cuántas personas de tu equipo no preguntan, no opinan, no destacan? ¿Cuántas personas se han hecho pequeñitas y se limitan a cumplir con los requisitos mínimos? ¿Cuántas han convertido la apatía en rabia y la proyectan en los demás? ¿Cuántas han priorizado su bienestar mental y emocional y se han marchado?
“Un buen líder crea la cultura inclusiva que las personas con alta capacidad necesitan para desarrollar todo su potencial”
El potencial de la alta capacidad en la organización
La alta capacidad solo alcanza un alto rendimiento cuando opera desde un espacio en que las expectativas, la cultura y las normas reconocen y respetan su diversidad.
Sí, ya sé lo que estás pensando, que no es real, y que ni siguiera fuera posible, sin embargo, ¿No son más listos? ¿Por qué no pueden adaptarse? ¿Merece la pena pasar por el proceso de dejar de hacer las cosas como las hemos hecho siempre?, si vale pena ser disruptivo a asertivo, de no visualizarlo no sabremos de donde viene la innovación.
Si queremos ser de alta capacidad, debemos de revolucionar nuestras creencias y nuestros procesos, en el caso específico de las personas con alta capacidad, la contradicción de no hacerlo es doble, qué curioso, de entre un 10 y un 15 % de nuestros equipos tienen el equipamiento necesario para transformar los resultados en nuestra organización, pero es precisamente la cultura de nuestra organización la que los desconecta de su potencial y termina por anularlos, enfermarlos y perderlos.
Las personas con alta capacidad parten de una sobre excitabilidad sensorial, emocional y cognitiva, ellos recogen más información y la procesan mucho más rápido, su memoria de trabajo es mayor y su pensamiento arborescente les permite conectar ideas y conceptos a primera vista distantes, su pensamiento es divergente, así que las ideas que producen suelen ser transformadoras, pero que pasa en entornos normativos, a veces incómodas, esto es real y pasa.
Regresando a las personas de alta capacidad, si es para detectar un problema, por ejemplo, son rapidísimos, porque, claro, analizo muchos más datos en menos tiempo y saco más consecuencias de cada dato en menos tiempo, no te preocupes esto se puede hacer con práctica y ejercicios mentales, pero no podrás hacer nada si no cambias tu actitud, no pienses que no puedes hacerlo, lo único que te falta es utilizar más tu cerebro, porque estamos acostumbrados a no hacerlo.
Por lo tanto, concluyo, considero que no es difícil que acierte, ¿estamos?, sencillo, porque he tomado en cuenta todas las opciones, voy a meterme por caminos que otros no han ni sospechado, comprendo la naturaleza humana, entiendo la inteligencia emocional y el compromiso a tu profesión y a tu equipo, cualquiera que sea, esto lo hace sencillo.
Si lo razonamos y lo aplicamos, siempre he pensado que se bajan los costos y he demostrado que soy capaz de hacerlo con un rendimiento muy elevado, por qué una de las primeras cosas que le enseño a mi equipo es excelencia, llegar a ser excelentes, no basta con ser solo los mejores.
También voy a tener en cuenta el tiempo, la gestión del tiempo es primordial para los líderes, aumenta la posibilidad de acierto en tiempo y forma, que se aplique lo que se ha generado, porque si no funciona, esta es la línea fina, te mueves con márgenes de error muy, muy pequeños, eleva tus estándares, eleva tu nivel y el equipo subirá a ese ritmo.
Dentro de las personas con alta capacidad hay muchos perfiles diferentes, desde el perfil lógico de Einstein al creativo de Frida Kahlo, pasando, por ejemplo, por el perfil social de Nelson Mandela ¿puedes observarlo? Esto va mucho más allá de la idea cultural que tenemos sobre lo que significa ser inteligente.
Estamos hablando de personas que aprenden más rápido, sí, pero solo cuando se activa su centro motivacional, estamos hablando de cabezas que en un 70 % sufrieron fracaso escolar en el colegio y que han llegado a la edad adulta en su gran mayoría con el autoconcepto confundido de que si no encajan en las expectativas ajenas es porque les falta fuerza de voluntad o capacidad o algo.
Estamos hablando de personas que funcionan de manera diferente y que cuando se las pone en entornos normativos, no solo no funcionan, sino que enferman, no obstante, estas personas en entornos inclusivos que detonen y sostengan el desarrollo de su potencial se convierten en generadoras incansables de valor diferencial.
Este contexto de libertad, no es libertinaje, es ser consciente, apoyar y buscar ir siempre más allá de lo que tenemos, nunca nada es suficiente, no como un juicio, sino como una crítica constructiva, porque mi intención es que esto mejore, no que se quede quieto.
Por último, hay lugares donde no soportan la inquietud, no soportan que nada cambie, por eso es tan costoso ir al día siguiente y encontrarte con lo mismo, incluso llegas a pensar que además estás loco y que a nadie más le importa, cambia, fíjate en tu naturaleza que te dice si algo está mal, tienes que mejorarlo, y esa necesidad intrínseca de mejora es el mejor potencial que tiene el negocio.
Te recuerdo nunca nada es suficiente, hay que ir más allá, dar el extra, conociéndote, valorándote, apreciando tus logros por pequeños que sean, encuentra tu punto de equilibrio para estar en paz y en tranquilidad.
Si llegaste hasta este sitio, te invito a darme tu opinión, todos los comentarios son bienvenidos y contestaré a todos ellos, también por correo electrónico pueden transmitirme sus inquietudes, ya sea por correo electrónico o en su caso por WhatsApp, recuerden siempre podemos ser mejores que ayer, su amigo,
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