Infodemia Pandemia COVID-19 – Rberny 2021
Todos de alguna forma podemos dar constancia de los estragos que está provocando la pandemia de Covid-19, lo cual genera una gran necesidad urgente de información precisa y veraz como un recurso que ayuda a salvar vidas, no obstante, paralelamente con esta pandemia global y mortal está la proliferación de noticias falsas.
Evidentemente las pandemias y las noticias falsas no son fenómenos nuevos, sin embargo, en la actualidad se está desarrollando un momento sin precedentes en la historia, que tiene como protagonistas a los medios digitales y personas, así como a los medios tradicionales como los periódicos y la televisión, partidos políticos todos con la misma característica, sin calidad moral, fenómeno que se repite en todos los países, lo cuales permiten la propagación prolífica y repetitiva de noticias falsas durante esta crisis y en el justo momento cuando se necesita información precisa y veraz.
Ha resultado que algunas personas tomen decisiones que acaben con sus vidas basándose en su exposición a noticias falsas.
En consecuencia, la capacidad de los humanos para discernir entre la realidad y la ficción disminuye, causando incertidumbre y falsas expectativas que llevan a la enfermedad y muerte de las personas, por ejemplo:
Bueno haré uso de un concepto un tanto técnico como la epistemología, la cual es una rama de la filosofía que se ocupa de estudiar la naturaleza, el origen y la validez del conocimiento, de ahí se desprende el proceso epistemológico, sin duda principalmente ignorado e invisible en el funcionamiento de como obtenemos información en la era digital.
En esta era digital puedo decir que para algunas personas es negativa la epistemología, que, si bien ha estado trabajando con el surgimiento de los medios digitales modernos, se ha vuelto principalmente visible debido a las interrelaciones entre el aprendizaje implícito, Covid-19, las noticias falsas y los medios digitales.
La curva mortal de las fake News
Adicional a las muertes por padecer COVID-19 grave, se suman las de la infodemia o desinformación, para ello les quiero decir algunos ejemplos, desafortunadamente en mi labor de investigación me encontré con miles de realidades provocadas por la falsa información:
Por ejemplo:
Al menos 32 personas fueron asesinadas a golpes o linchados en la India en el año 2018, sus muertes fueron consecuencia de mensajes falsos a través de WhatsApp que comenzaron a dispersarse en abril de ese año, estos advertían la supuesta presencia de secuestradores de niños en algunas comunidades, los mensajes falsos incluían vídeos de situaciones ocurridas en otros países, en el que se veía a personas secuestrando a menores, incrementado aún más la preocupación entre la población, las autoridades del país informaron que todas las víctimas mortales eran personas inocentes.
En el mismo sentido de ideas:
Otro trágico caso fue el de las noticias falsas que dispararon los discursos de odio en contra de la población Rohinyá en Myanmar, los cuales fueron difundidos a través de Facebook, la única fuente de información de los casi 14 millones de usuarios de la red social en este país del sudeste asiático, una investigación del analista Raymond Serrato reveló que el grupo nacionalista más radical y contrario a los Rohinyás, Ma Ba Tha, hizo un uso exclusivo e intensivo de Facebook para incentivar el odio hacia este grupo étnico musulmán, miles de estos civiles se vieron obligados a emigrar de Myanmar durante esta crisis, varias organizaciones humanitarias también señalaron que hubo genocidios y masacres contra este grupo de la población.
Del peligro que suponen este tipo de noticias falsas ha sido testigo Turquía, donde al menos veinte personas murieron, por consumir alcohol macerado con hierbas siguiendo rumores de cómo protegerse contra el coronavirus.
En México, Javier Alatorre de la televisora TV Azteca insta al pueblo mexicano a no hacerle caso a la autoridad sanitaria y el dueño de la cadena lo respalda con fiesta navideña sin medidas de seguridad, en este caso no se puede dimensionar el daño a la población, sin embargo, se observó una aceleración de contagios después de exponer esto a los televidentes y por supuesto el incremento de muertes es considerable.
¡Es real el impacto negativo!
Solo para abrir el panorama, un poco de historia para formarnos el concepto de lo que sucede hoy en día:
Hay una cosa clara y evidente, las pandemias han causado estragos en el mundo durante siglos, tenemos como referencia la peste bubónica del 1300 que acumuló una cifra de muertos de millones de personas, otra más reciente, la gripe española de 1918 que puso a descansar a millones, de manera similar, la pandemia del SIDA que surgió en la década de 1970 siguió su ejemplo y se llevó a millones de personas.
“Entonces, las epidemias son un problema antiguo, con nuevas cepas y nuevas poblaciones, de igual manera y coincidiendo con las pandemias hay traumas económicos, sociales y psicológicos”
El Banco Mundial advirtió que, a nivel mundial, 60 millones de personas están en riesgo de pobreza extrema debido a la pérdida de sus medios de vida y empleo, con empresas que cierran permanentemente sus puertas y países no occidentales sufriendo devastación económica (BBC News 2020).
En este contexto, las consecuencias de Covid-19 han aumentado la batalla global con la salud mental, incrementando los problemas existentes y generando nuevos casos de angustia psicológica que incluyen depresión, ansiedad y suicidio (Carbone y Jorm 2020; Sharma 2020).
Las cuarentenas obligatorias aumentaron la violencia doméstica porque las personas que ya eran víctimas fueron encarceladas en sus hogares con sus abusadores y aisladas de recursos y personas útiles (Godin 2020 – Rberny 2021).
La xenofobia y el odio son impresionantes a escala mundial (UNDGC 2020), sumándose a un problema social centenario de identidades sociales creadas de manera desigual y exacerbando la estigmatización (OMS 2020).
“Un gran número de personas infectadas con la enfermedad no captan la insidia del virus porque las personas pueden ser portadoras sin síntomas”
En respuesta a la pandemia de Covid-19, organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas (ONU) y los gobiernos locales han realizado esfuerzos considerables para proporcionar a las poblaciones pruebas razonables intentando proporcionar información precisa y veraz sobre cómo protegerse a sí mismo y a los demás de un virus global invisible, devastador y mortal.
Sin embargo, otro viejo problema, cómplice de las pandemias históricas del mundo y que continúa manifestándose hoy, son las noticias falsas, de acuerdo a la historia, durante la peste bubónica, las noticias falsas, se difundieron principalmente a través de rumores, decían que los judíos estaban propagando intencionalmente la plaga al envenenar pozos, ríos y manantiales, esto resultó en el asesinato y la tortura de muchos judíos.
Si bien las pandemias y las noticias falsas no son fenómenos nuevos, individual o colectivamente, lo novedoso de la pandemia actual de Covid-19 es que es la primera pandemia mundial desde el surgimiento de los medios sociales y digitales modernos.
Cuando el acceso a información que salva vidas es esencial, los medios digitales tienen el potencial y han permitido la difusión de información precisa y veraz en línea que ha ayudado a muchas personas a mantenerse seguras durante esta pandemia, no obstante, las fake news y su rápida difusión a través de los medios digitales han generado problemas para las poblaciones, las falsedades y la desinformación han demostrado ser letales y han sembrado confusión sobre las decisiones políticas y personales que salvan vidas.
La pregunta que surge es
¿Cómo las noticias falsas se infiltran en nuestra imaginación hasta el punto de infundirte una confusión catastrófica y provocar creencias de claridad para que algunos de nosotros nos comportemos de maneras letales para con nosotros mismos o con los demás?
Considero que existe un problema en gran medida ignorado que contribuye e impulsa el caos, la inculcación digital negativa está constituida por las interrelaciones entre nuestro aprendizaje implícito, las fake news y los medios digitales, esto ocurre cuando estamos expuestos repetidamente a noticias falsas habilitadas por los medios digitales y tradicionales.
Trastornos de la información y las noticias falsas
Los trastornos de la información se conceptualizan principalmente por la falta de precisión y transparencia de la información y su enfoque en la intención del mensajero, por ejemplo, la desinformación se caracteriza por un mensajero que, sin saberlo, difunde y difunde noticias falsas o engañosas, particularmente estoy en contra de que no se piense que es inconsciente los trastornos de la información, por supuesto que hay intensión.
La desinformación se define por una persona que, a sabiendas e intencionalmente, difunde información inexacta, la mala información se manifiesta cuando una persona usa información veraz con la intención de causar daño, cada uno de estos trastornos de la información enfoca la intención detrás de la propagación de información engañosa, fabricada, malinterpretada, falsificada, manipulada, falsa e inexacta (Wardle y Derakhshan 2017).
Ambas tienen potencialmente el mismo tipo de efecto en nuestra imaginación, los engañadores o los difusores ignorantes de noticias falsas siguen siendo los autores de la prolífica difusión de los trastornos de la información a través de internet, la televisión y otros medios digitales en todo el mundo, sabemos que en este caso el mensajero y el creador son catalizadores de la difusión de los desórdenes de la información y sin duda son problemáticos.
Mi principal preocupación son los efectos de las noticias falsas difundidas prolíficamente a través de los medios digitales y su relación implícita con nuestras mentes.
Noticias falsas y creencias
El comportamiento plantea preguntas sobre por qué se cree lo que se lee en línea, en este caso, podría deberse a la cantidad de mensajes de noticias falsos en WhatsApp que aumentó a cinco o seis mensajes de coronavirus erróneos diarios en comparación con los mensajes semanales, los ciudadanos de todo el mundo buscaron respuestas; sin embargo, se enfrentaron a más noticias virales, falsas y videos falsos sobre Covid-19.
Por ejemplo: en otro video en India y México menciona que el coronavirus se hizo en un laboratorio del gobierno chino y fue creado como un arma biológica, el video fue visto más de 1,765,000 veces por país en una semana, en india se documentó el caso de un hombre del sur de país que pensó que estaba infectado con el virus y se suicidó después de ver numerosos videos de noticias falsas.
Se informó globalmente que muchas personas creían en estas falsedades, lo que resultó en consecuencias mortales.
¿Cuál fue el catalizador de sus creencias?
Tengo otro caso, se descubrió que los grupos 5G del Reino Unido en Facebook con más de 27.000 miembros son un territorio fértil para difundir información errónea:
Por ejemplo, los grupos que se oponen a las vacunas también estaban haciendo campaña contra las redes de telefonía móvil 5G, provocando historias de miedo de que existe un vínculo entre las redes Covid-19 y 5G, se informó que los miembros difundieron la noticia de que Covid-19, no es tan malo como una gripe o un resfriado, también que Covid-19 no es un virus serio y que es un plan perfecto para encubrir enfermedades relacionadas con EMG / 5G.
Los miembros de los grupos de 5G en Facebook compartieron activamente videos y sitios web que supuestamente conectaban Covid-19 con la implementación de 5G de China.
- ¿Cómo llegaron estas personas a creer que existe un vínculo entre las redes Covid-19 y 5G?
- ¿Cuáles podrían ser los efectos de estas noticias falsas en los consumidores de noticias desprevenidos?
En México las personas entraron en pánico a declaraciones de Lilia Téllez que se desempeña como senadora, pues se le ocurrió publicar y confirmar noticias falsas sobre la vacuna rusa Sputnik V, lo cual provoco que un sin número de personas no se quieran vacunar poniendo en riesgo su vida, imagínense hasta dijeron que trae un chip para volver a sus habitantes en comunistas.
“Covid-19 de hecho se ha intensificado y tiene la necesidad de información veraz y precisa, ya que, sin información precisa para la toma de decisiones, no podemos tomar las decisiones necesarias para salvar la vida de los demás, recordemos, saber qué es exacto o verdadero es difícil en entornos en línea y genera un enigma para la toma de decisiones”
Si bien los medios digitales y los entornos en línea permiten a los ciudadanos adquirir información que de otro modo no estaría disponible o no sería de fácil acceso y que también presentan barreras para la adquisición de conocimientos, el contenido en línea se puede diseñar para representar verdades plausibles para los consumidores de noticias, debido a que algunas noticias falsas están diseñadas para representar una supuesta verdad, si uno no puede saber si el contenido en línea es mala o es desinformación, los consumidores de noticias no pueden conocer o confiar en esa información para ayudarlos en la toma de decisiones, debido a que las noticias falsas son alarmantemente cautivadoras.
“Nuestra capacidad para adquirir conocimientos de entornos en línea plantea un desafío monumental para los consumidores de noticias, en esta era de noticias falsas, pandemia y medios digitales”
La tecnología y los medios digitales se han convertido en un requisito para la vida diaria de muchas personas durante esta pandemia, tenemos, las computadoras, los lectores electrónicos, los teléfonos celulares, las tabletas y muchos otros dispositivos digitales se han vuelto necesarios, si no antes del brote de Covid-19, ciertamente durante esta pandemia se consolidaron para mantenerte conectado con familiares, amigos y colegas y de esta manera permitirte funcionar a través de las cuarentenas y cierres obligatorios.
Los medios digitales mejoran nuestra actividad diaria de muchas maneras, lo que nos permite conectarnos y acceder a la información como nunca antes lo habíamos hecho, realizar un trabajo y participar en el ocio u ocupaciones diarias, cuando se combinan con mentes humanas y noticias falsas, inculcan una visión digital negativa que es la respuesta humana a la exposición repetida de recursos falsos, engañosos o inexactos a través de los medios digitales que se convierten en recursos tácitos y tienen un impacto en las creencias y el comportamiento, de esta manera, nos encontramos con noticias falsas que entran en nuestras mentes y altera nuestras creencias, lo que sabemos se modifica.
Lo digital ilumina la intimidad de las relaciones entre humanos y tecnología, la inculcación a la que me refiero, es a la sensibilidad humana para aprender de la exposición repetida a los estímulos, tengamos en cuenta que nuestras mentes no son impermeables; son permeables, porosos y sensibles a los estímulos de nuestro entorno de los que somos mayoritariamente inconscientes.
Nuestra intimidad digital
Ya no se considera que la tecnología digital y los medios de comunicación estén desconectados de nuestro mundo social; se han convertido e incrustado en nuestras sociedades, en forma compleja, si bien es difícil de definir, esta era digital es desordenada e impredecible; va de entre lo digital y lo análogo; tecnológico y no tecnológico; y biológico e informativo, los límites entre nosotros, la tecnología y los medios digitales ahora se están rompiendo, ya no estamos separados de la tecnología, esto nos afecta de manera significativa y recíproca de lo que sabemos y lo que podemos saber, esto es una característica clave de los medios digitales, como los algoritmos, es que pueden afectar la alfabetización digital y las decisiones que tomamos sobre qué información hay que prestar atención al realizar búsquedas en Internet.
Esto fomenta la ignorancia definitivamente, modifica y afecta lo que sabemos cuando la verificación de datos nos falla, porque lo que vemos en línea parece corresponder y ser coherente con nuestra realidad y creencias, dando una impresión de verdad, lo que afecta nuestra toma de decisiones porque nuestro conocimiento está limitado
Una noticia falsa puede provenir de una sola fuente; sin embargo, cuando se vuelve viral en línea, las personas pueden encontrarlo infinidad de veces y la exposición repetida a noticias falsas a través de la viralidad en línea puede ser nuestro talón de Aquiles, porque nuestra intimidad digital está habilitada por una cualidad que todos los humanos comparten, el aprendizaje implícito.
Aprendizaje implícito en nuestro entorno
No se trata tanto de que se adopten decisiones que sean irracionales, sino de que se toman decisiones sobre la base de procesos que simplemente no toman en consideración elementos racionales, lo que es más importante, las personas a menudo parecen no saber lo que sabían, ni en qué información habían basado la resolución de problemas o la toma de decisiones y es verídico.
Estos procesos se consideraron irracionales no porque las personas sean, de hecho, irracionales, sino simplemente porque sus decisiones se basan en métodos que no se entendieron y que tradicionalmente no cayeron en el ámbito de la racionalidad, la forma en que las personas toman muchas decisiones no siempre se basa en procesos que son explícitos o pensados conscientemente, recordemos que se hacen utilizando inconscientemente su conocimiento tácito y es una acumulación de aprendizaje implícito que comprenden nuestras construcciones psicológicas y son principalmente engendrados por el aprendizaje implícito.
Reber (1993: 5) define el aprendizaje implícito como:
“La adquisición de conocimiento que tiene lugar en gran medida independientemente de los intentos conscientes de aprender y en gran medida en ausencia de un conocimiento explícito sobre lo adquirido”
El aprendizaje implícito no nos obliga a esforzarnos en aprender; simplemente aprendemos exponiéndonos a los estímulos de nuestro entorno, entonces, podemos o no ser conscientes de lo que hemos aprendido hasta que se manifiesta en nuestro comportamiento o habla, el aprendizaje implícito es el camino para adquirir recursos, aunque está fuera de nuestra conciencia, juega un papel en nuestros procesos de toma de decisiones.
Podemos recordar e identificar explícitamente un fenómeno, como una persona que bebió alcohol puro como medida de prevención del virus SARC 2 COVID-19, pudo recordar explícitamente haber escuchado que eso lo protegería, alternativamente, podríamos tener una intuición de familiaridad sobre los fenómenos simplemente porque los hemos encontrado antes, pero somos inconscientes del hecho de que los conocemos, por ejemplo, cuando alguien nos dice algo nuevo, podemos aceptar fácilmente lo que nos dice por qué simplemente tiene sentido para nosotros, lo aceptamos no porque sea veraz o porque podamos dar razones para aceptarlo, lo aceptamos simplemente porque hemos tenido una exposición previa a él.
Durante esta pandemia de Covid-19, ciudadanos de todo el mundo han estado expuestos a noticias falsas a través de medios digitales, como se mencionó anteriormente, algunas personas han creado, compartido y creído como verdad de manera persistente y prolífica las noticias falsas.
Podemos decir que las personas que ingirieron desinfectantes o fosfato de cloroquina creyeron lo que escucharon a través de los medios digitales, que se curarían o protegerían del Covid-19, por supuesto, dejando de lado los problemas de salud mental, es inconsistente ingerir una sustancia que te puede matar.
Si bien no todos los casos de noticias falsas tienen consecuencias mortales, sin embargo, si suponemos que una persona llega a creer que está protegida contra el virus al comer y beber ciertas sustancias al hacer juicios de verdad, teniendo en cuenta la inculcación digital negativa sobre Covid-19, las personas se comportan necesariamente de manera irracional.
La inculcación digital negativa no pretende sugerir que sea la única razón detrás de la decisión de cada persona, sin entrar a detalle, porque originaria un gran debate, está el papel de la fe, las emociones, la credibilidad de la fuente, la ideología de una persona, por ejemplo, también puede estar implicado en las decisiones que toma la gente, sin embargo, no se pueden tener ideologías sin los recursos epistémicos que componen dicha ideología, decidir sobre lo que significa ser creíble o no.
Otro aspecto es la teoría cognitiva de las emociones, por ejemplo, sugiere que las emociones surgen de cómo pensamos sobre los acontecimientos o sucesos de la vida, algunos dicen: “No podemos pensar en nada”, no obstante, incluso las emociones se derivan de recursos epistémicos; sentimos miedo y ansiedad por Covid-19 porque pensamos en la letalidad que representa para nuestra seguridad.
“Los conceptos de noticias falsas y trastornos de la información siempre requieren una aclaración”
¡Resumiendo, recomiendo!
No creas todo que lees, no creas todo lo que oyes, cuestiona e investiga en lugares oficiales, esto no es una novela para verla en televisión, ni chisme de famosos, es una realidad a la que debemos enfrentarnos con los pies en la tierra.
Saludos,
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