Fundada en 1998, el 3 de febrero de 1998 en Palo Alto, California, “Open Source Initiative” protege y promueve el software Open Source, el desarrollo de comunidades, defendiendo la libertad del software en la sociedad a través de la educación, la colaboración y la infraestructura, administrando la definición de código abierto y previniendo el abuso de los ideales y la ética inherente al movimiento de código abierto.
Creo firmemente en la difusión del conocimiento, así he visto en este movimiento durante los últimos 20 años, cómo las personas trabajan juntas en redes, cómo cooperan, aunque no se conozcan de nada, cómo crean de forma conjunta productos, sistemas y, en definitiva, cómo comparten y por supuesto, nos ayudan a formarnos integralmente como profesionales.
Pasarse al código abierto tiene un costo económico y de tiempo que muchas empresas no están dispuestas a asumir y no se les puede culpar de ello, sin embargo sin el código abierto, también conocido como Open Source, el mundo sería muy distinto a como lo conocemos, no solamente en la tecnología de la información, sino en el impacto en la sociedad en general, ya que al día de hoy el software libre desarrollado mediante este relativamente nuevo sistema de creación está en todas partes, aunque no nos demos cuenta, nunca estás demasiado lejos de un sistema informático gestionado con Linux, probablemente el mayor exponente de este movimiento.
Reciprocidad, generosidad y empatía, son los tres valores heredados del movimiento Open Source capaces de generar una verdadera transformación a esta revolución que vivimos en la cultura de las organizaciones y en la sociedad, el código abierto no es solo una tecnología, sino que realmente fue y será un nuevo modo de organización humana.
Los logros de la Iniciativa Open Source son muchos y muy importantes, y no solamente en el ámbito de usuario, es de conocimientos de la comunidad de tecnologías de la información, en las empresas con servidores y bases de datos que goza de tanta o más aceptación que entre usuarios particulares, aunque aún falta mucho por hacer, otro filón para el software libre es el Internet de las Cosas o IoT, donde prácticamente tiene el monopolio y no parece que la cosa vaya a cambiar.
Sin embargo, hay quien cuestiona la amplitud de todo lo conseguido por el software y el código Open Source en estos 20 años que han transcurrido desde la creación de este término, obviamente hay algunos inconvenientes, como la tendencia de las empresas a crear código para su uso específico, algo normal si tenemos en cuenta que no siempre existen herramientas de código abierto para todos los casos y en ocasiones no queda más remedio que esperar a que el futuro nos depare herramientas mucho más completas y versátiles para cada situación.
A día de hoy, sigue siendo lo más común crear aplicaciones a nivel empresarial para un uso específico, en lugar de utilizar el software libre, la mayoría de corporaciones prefieren desarrollar el suyo, esto tiene lógica: así pueden controlar de principio a fin cómo será, qué quieren conseguir y cómo quieren que se haga.
En las implementaciones que he realizado con sistemas y aplicaciones Open Source, todas ellas y sin excepción fueron exitosas, sin llegar a desarrollar aplicaciones en uso específico, claro la clave está en cómo estructuras el proyecto, la propuesta del software, las pruebas preliminares y creación de entornos con batos reales para una simulación, siempre teniendo cuenta el costo beneficio para el negocio.
Por lo que a la comunidad Open Source la felicito por el esfuerzo en estos 20 años, de igual forma agradezco la ayuda que proporcionan a las aplicaciones, estoy seguro de que seguirán creciendo para todos.
Saludos,
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